La comunidad teatral
es muy escasa en Mazatlán. Estos grupos son muy pequeños, son muy pocos; los
muy pocos no siempre tienen espacio para trabajar y los que tienen espacio no
siempre trabajan. La preparación es muy básica; no hay hambre, ni una necesidad
absoluta por la cual prepararse mejor, porque no hay competencia. No hay compromiso para con el teatro, es un hobby. Un hobby
que, a la hora de las presentaciones cuesta, es caro presenciar y producir. Y,
ciertamente, no toda la comunidad mazatleca está dispuesta a pagar por asistir,
y si es gratis, resulta igual de difícil encontrarse a los lugareños. El teatro
está devaluado, el arte cuesta porque lo vale.
Un Teatro digno
¿Vivir en una ciudad
pequeña te hace pensar pequeño? No, no es un estudio de la Universidad de
Wisconsin, ni de ninguna otra universidad, y no, tampoco sabemos la respuesta a la pregunta. No
sabemos si es la playa, si es el sol, el calor, si es la cerveza, o un
complemento de todo. Vivir en un puerto te hace llevar un ritmo de vida despreocupado,
el tiempo pasa lento, los espacios de ocio no se llenan satisfactoriamente; no
siempre se llenan productivamente.
Caminamos por la
calle Constitución hasta llegar a Carnaval. Seguimos y nos detenemos frente al
Teatro Ángela Peralta; hay estudiantes por todos lados: Danza, Música, Artes
Plásticas ¿En dónde están los de
Teatro? Talvez no se ven porque son muy
pocos repartidos en tres talleres; el infantil,
con aproximadamente 15 alumnos que sólo se acercan a sus espacios de
práctica sábados y domingos; el Taller de Teatro con 9 alumnos y el Nivel
Técnico con 7 estudiantes. Son muy pocos
¿Verdad? Son todos los que audicionan,
porque, en realidad, el Centro Municipal de Artes (CMA) acepta a, si no es que
todos, la mayor parte de los aspirantes a ser histriones.
Seguimos estando
frente al teatro, título que tomó en 1943, cuando dejaba de ser el Cine Ángela
Peralta. Antes de ser cine, ya se había inaugurado dos veces. En 1874, aun si
los barandales de los balcones, con la presentación de “La Campana de
Almudaina”. Después, se reinauguró en 1881. Antes de ser Ángela Peralta fue
Rubio, Teatro Rubio, por Manuel Rubio; quien, en 1869, presentó una solicitud
al ayuntamiento de Mazatlán para construir un teatro. Sin embargo, el
propietario pereció en un naufragio rumbo a Europa sin lograr ver culminada la
obra que su esposa, Vicenta Unzueta, debió continuar. Después de ser todo, menos teatro; de ser taller de
pulmonías, de ser reclamado por la madre naturaleza, de presentar todo, menos teatro, ¡Tenemos teatro!
pero ¿lo tenemos digno?
La ola chilena que
llegó hasta Mazatlán.
Entra Javier Díaz
Dalannais, un maestro de teatro chileno en Mazatlán. Reside en el puerto desde
hace aproximadamente siete años, no lo trae el mar de fondo, lo trae el teatro;
una gira, para ser más específica, llega a Mazatlán y decide quedarse. Porque,
afirma, “un artista debe irse; no puede quedarse en el lugar en que nació.”
El Teatro, empieza a
estudiarlo en Brasil a los dieciséis años, no es aún un proyecto de vida, el
proyecto inicia cuatro años más tarde, a los veinte; Ya es buena edad para
empezar a ordenar tus ideas, tomar decisiones así que decide estudiar la
Licenciatura en Teatro en la Universidad de Arte y Ciencias Sociales de Chile.
Han pasado dieciocho
años, ya reside en Mazatlán. Trabaja en el Instituto de Cultura, es coordinador
del Festival Internacional de Teatro en Mazatlán y también coordina la Muestra
de Teatro Mazatlán. Trabajó, además, durante algunos años en el Teatro Ángela
Peralta como profesor de Teatro del cual fue echado por cuestionar los
lineamientos, la precaria infraestructura física y humana del Teatro, misma que
dice, no está adecuada para impartir clases.
Del CMA al Teatro
para niños y una visión más crítica.
No hay más teatro en
Mazatlán que el que se hace en el Ángela Peralta, en el CMA. Sin duda, son
buenas las intenciones las de educar y hacer de Mazatlán una ciudad cultural, o mejor dicho, artística. Sin
embargo, las intenciones son buenas, pero no suficientes, “hace falta
infraestructura, a nivel de espacio (física) pero también a nivel humana. El
día en que haya una Licenciatura en Teatro en Mazatlán, va ser una gran estafa.
Para hacer teatro hay que invertir, hay que invertir mucho, porque el teatro
requiere espacios vacíos; en un espacio donde podrías meter 50 sillas y
alumnos, el teatro mete 15, es mucho espacio para poca gente, mucho tiempo para
un producto que no necesariamente es rentable a nivel de divertimento, o si no
pierde el sentido. Si no mejor hacer ese teatrito para divertir un poco; el
monologo de la vagina, el monologo del pene, los cuales son válidos, pero no
creo que sea la finalidad del teatro“. Abundó Díaz Dalannais.
Mazatlán, dice,
necesita artistas, hombres y mujeres que le hablen a hombres y mujeres
horizontalmente. Los adultos no tienen fecha de caducidad, tampoco el teatro.
Aún queda sentido crítico en la sociedad.
El teatro para niños
en Mazatlán es una de las primeras
alternativas del egresado de los talleres de teatro, es un negocio
rentable, como guardería. Pero no existe la retroalimentación que un adulto te
puede dar.
De la comunidad
mazatleca y la devaluación del arte.
“Me atrevo a decir
que el 80% de los boletos son gratis, es un atentado para el arte. La comunidad
está acostumbrada a que si no se le
regala el boleto no asiste, por lo tanto no invierte. Entonces la comunidad
devalúa el arte, y se convierte en elitista cuando tiene que pagar. El
Instituto de Cultura ha llevado teatro a colonias ¡Vacío y es gratis! Muchas
veces las sillas están vacías, la otra alternativa es llevar algo cómico ¡Al
pueblo pan y circo!” Dijo Dalannais.
Otro tema es que el
Teatro Antonio Hass ya no funciona, sólo se renta para funciones externas,
mayormente cómicas, y hay teatro lleno. De igual forma las obras externas sólo
permanecen por dos días, máximo,
porque lo que se repite aburre,
prácticamente nada tiene temporada en el Teatro que se hace en Mazatlán y el
hecho de que una obra duré una temporada, que alguien esté dispuesto a pagar
para ver tu trabajo, dignifica al actor. En Mazatlán una temporada es una
función, máximo dos, cuando una temporada mínimo, deberían ser tres meses.
Alternativas
teatrales en Mazatlán.
Actualmente hay muy
poco apoyo al teatro local, pero más que el apoyo, hay muy poco interés en el
artista. El histrión no tiene inquietudes, no practica el teatro como se
practica la vida, como se debe practicar el cuerpo; como se practica el
lenguaje. Si no se practica, se olvida. “El teatro se practica, sé es un
activista” Dice Javier.
El Festival
internacional de Teatro lleva cuatro años sucediendo, la finalidad es crear
tránsito para que los locales, artistas o no, se enamoren de la disciplina, se
den cuenta que es una forma de vida que puede resultar incluso rentable, y que
a través de la experiencia conozcan las distintas formas de hacer teatro, de la
seriedad del teatro y de esta forma introducir una cultura teatral en Mazatlán.
Otra de las
alternativas independientes es la Muestra de Teatro en Mazatlán, una
alternativa especialmente para el artista local, que exhibe el grado de madurez
del teatro en la ciudad. Hace dos años sucedió por vez primera, después, al año
siguiente, se decretó desierta porque nadie postuló. Este año, espera llevarse
a cabo la segunda edición, impulsada por el Instituto de Cultura.
Por otro lado está el
espacio de Cuchitril Teatro, clases de teatro para infantes, quienes surgen por
la necesidad de compartir, crear y vivir el teatro dentro de Mazatlán; ofrece:
funciones, talleres, clases regulares. Así que si se tiene un hijo dramático,
inquieto, ya saben a dónde acudir.
Dalannais recuerda
que, el 27 de marzo se movió junto a una amiga, Ángela Camacho, a celebrar, con
teatro público e independiente, el Día Mundial del Teatro. Fue algo muy
hermoso, precisa, armamos una carpa, era teatro para una sola persona, en la
carpa nos metíamos Ángela o yo, le servíamos una taza de té y leíamos un
monólogo hermoso. Hubo gente que nos abrazó, gente que lloró, gente que se rio.
Es un teatro muy bonito, vale la pena y sobre todo, es un teatro que tiene el
mismo valor que si se llena el Ángela Peralta.
Es algo larga, pero ciertamente es entretenida y estimulante! ;)
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