Mini desfile de carnaval para los turistas en Semana Santa

El Gobierno de Mazatlán quiso darle una probada de lo que es el carnaval a los turistas que visitaron el puerto en Semana Santa. Un desfile con los carros alegóricos de la anterior celebración carnavalera recorrió la Avenida del Mar, desde la Av. Rafael Buelna hasta la Miguel Alemán, el jueves por la noche.
 
El alumbrado público se apagó cuando el desfile estuvo cerca. No había tanta gente como en carnaval, pero turistas y porteños estaban en espera de su llegada. Justo a las 8:12 de la noche, las luces del malecón, a la altura de la Playa Norte, se apagaron.

Los edificios y unos cuantos restaurantes apagaron las luces también para poder disfrutar del espectáculo. La gente que estaba sentada en la banqueta tomándose fotos o platicando se puso de pie para disfrutar el mini desfile. Por supuesto que no era un ambiente como el de carnaval: El aire no estaba tan frío, la gente no estaba amontonada, los turistas apenas se escucharon hablar cuando pasó el primer carro.


 “¡Está más bonito el siguiente!”, gritó una niña que aparentaba la edad de 8 ó 10 años asomándose para ver el segundo carro, su hermanita estaba concentrada viendo la enorme figura de una mujer rumbera. El papá le tomaba fotos con el celular. Se trataba de una familia que venía de Los Mochis: Papá, mamá y dos niñas menores de 12 años.

Los espectadores estaban la mayoría en silencio, tomaban fotografías y observaban los monos luminosos junto a los jóvenes que venían arriba de los monigotes bailando música alegre, que, por cierto, no eran los mismos que habían desfilado en esos carros en carnaval.

Un pulpo color rosa y con los ojos saltones, tocando tres instrumentos musicales diferentes con sus tentáculos: timbales, guitarra y maracas. Sobre él venían dos muchachas y dos hombres bailando al ritmo de la música que el pulpo aparentaba tocar. Era uno de los más bonitos y a las niñas las emocionó, saltaban señalándolo.

“¡Tómale foto papá!”, gritaba la que oscilaba entre 7 y 8 años, el color rosa es lo que le debió atraer más.


Le seguían unas enormes notas musicales de color rosa también, simulando un árbol que, en vez de hojas, tenía notas musicales, bastante colorido, con tanta luz que hasta se veía alegre, como si fuera un mundo de música.

El tercero más llamativo –según los señores de Durango que veían con tranquilidad el desfile– era el de una enorme calavera que cargaba dos bajos negros con morado a los costados. A las niñas de Los Mochis les gustó más la bruja de la Bella Durmiente: Maléfica, una figura que hasta le daba parecido a Angelina Jolie en su caracterización del mismo personaje.  


Tardó más la gente en ponerse de pie que el desfile en pasar; fueron solamente seis carros. Claro que a los turistas les encantó, pero a los mazatlecos que estaban presentes los dejó con ganas de más, aunque  ya conocían bien los carros. Aparte de desfilar en carnaval, el alcalde Carlos Felton tenía tres en exhibición afuera del palacio municipal.



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