Cuando
uno piensa en comida mexicana, y particularmente en los mariscos de la cocina
mazatleca, vienen a la mente imágenes
de tacos, ceviche, tostadas, camarones, gorditas, pozole y carne asada, por
mencionar sólo algunos de los platillos que
conforman la dieta común
de la persona promedio. En resumen, estamos acostumbrados como sociedad a
consumir alimentos cuya preparación
conlleva el uso de gran cantidad de carne y otros productos de origen animal.
Hay quien diría
que también conlleva una gran cantidad de
crueldad y sufrimiento. Para estas personas existen alternativas que buscan
proveer platillos de deliciosa comida, pero sin la necesidad de explotar a
nuestros amigos del reino animal.
Tal
es el caso de La Ruta Vegana,
un restaurante de aparición
relativamente reciente, que busca proveer a los mazatlecos con una opción
diferente, tanto culinaria como ideológica.
Las mismas paredes del establecimiento cuentan la historia: “El
veganismo es una postura ética
que consiste en no utilizar a los animales, humanos y no humanos, con fines de
explotación”,
esas son las palabras que, escritas en gis, cubren un pilar dentro del
restaurante.
Pero
las cosas no sólo
se quedan en palabras. Dándole
un vistazo al menú,
uno puede encontrar una gran variedad de platillos que van desde hamburguesas,
pizzas y brochetas hasta nuggets, bistecs y tacos; todo preparado sin utilizar
nunca ningún producto de origen animal. Lejos
queda la errónea idea de que una dieta vegana o
vegetariana consiste sólo
de ensaladas.
Al
probar la comida, también
queda claro que la falta de carne no significa falta de sabor. La hamburguesa
portobello, identificada en el menú como
especialidad, se siente llena de sazón
al paladar, al haber absorbido el hongo todos los sabores de su marinado, y se
crea un buen equilibrio con los demás
ingredientes de manera que termina sintiéndose
como una comida completa, pero nunca abrumadora. La ensalada es sencilla, pero
la acertada adición
de uvas y cacahuates garapiñados,
además del aderezo de miel de agave y
mostaza, hacen que funcione como la entrada perfecta. Igualmente, la pizza
resulta deliciosa y casi indistinguible de su versión
no-vegana, tanto a la mirada como al gusto. Entre los postres, se encuentran
brownies y el tradicional pay de limón.
Las
instalaciones de La Ruta Vegana,
ubicadas en el centro en Vicente Guerrero #216 entre las calles Teniente Azueta
y Carvajal, crean una atmósfera
placentera y amigable. Bombillos que iluminan el lugar colgando del techo,
libreros repletos de revistas y libros, una ecléctica
selección de sillas y sillones, paredes negras
donde se encuentra el menú escrito
en gis, grandes ventanas que dejan entrar luz natural. Todo esto, combinado con
la agradable música
de fondo del lugar, crea un espacio que se siente moderno en su sencillez pero
determinado en su actitud. Se siente cool.
Después
de una tarde de probar la gran variedad de deliciosa comida a precios
accesibles que el restaurante tiene para ofrecer, no queda duda de que el
veganismo está con
vida en Mazatlán.
Un pequeño, pero significativo detalle, son las
fotos de animales en adopción
pegadas en una de las paredes; se trata de un adorable ejemplo de lo que la
cultura del veganismo busca como resultado final: una mejor calidad de vida
para todos los seres vivos en la Tierra, ya sea para aquel lindo gato que busca
un hogar, o para aquella vaca que, con suerte, habrá de evadir el matadero si es que todos
nosotros hacemos un esfuerzo.
Ahora se ha despertado mi curiosidad por probar los platillos de este, muy particular, restaurante.
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