Contar
el final de una película, con frecuencia, suele trasgredir el derecho al que
tiene acceso el cinéfilo por naturaleza. Por lo que depende sólo de él si
quiere saber el final o algún detalle de la obra cinematográfica.
Los cinéfilos concurren demasiado al error de pensar que una película es el final, cuando no lo es. El final, pues, es sólo parte de un pequeño o largo fragmento de una historia, la vida. Por lo que si una película ha de terminar definitivamente, tendría que terminar una vida. Sin embargo para que no quede rastro de vida y de más historia por contar; ninguna otra vida –salvo la del protagonista— debería exhibirse en el cine.
Es decir, si una película se da por
terminada es porque nadie salió vivo de ella (refiriéndome a los actores), pero
si en una película muere sólo un personaje; sólo una historia termina, sólo un
fragmento de la historia en toda su plenitud. Tal es el caso de las películas
con final abierto; la gran mayoría.
La muerte no es un spoiler:
La vida misma termina así
Siguiendo con esta corriente, de que la muerte
de todos los personajes inmiscuidos en una historia llevada a la labor
cinematográfica sería un final real y daría por terminada la obra, resultaría,
entonces, demasiado tedioso empezar una película a sabiendas de cuál será su
final y de que siempre será el mismo –en caso de que todas las obras decidan
terminar a plenitud con la historia que representa cada uno de sus personajes—.
Sería demasiado aburrido enfrentarnos siempre a un final trágico, pero al
final, si se le clasifica a la muerte como tragedia, todas las vidas—incluso en
la vida real— terminan en tragedia. La película debe tratarse como un
fragmento, por lo que el final de la misma es todavía un fragmento más pequeño.
Lo dicho anteriormente nos lleva a
reflexionar sobre si saber el final de una película le resta puntos a la misma,
arruinándola por completo. Se decía en un principio que contar el final de una
película es considerado casi un pecado por la mayor parte de los cinéfilos
habidos y por haber. Sin embargo, hay, detrás de una película, mucho más proceso
por el cual se transita para llegar al final. Es decir, la obra tiene un
Inicio, un nudo y un desenlace, o al menos debería tenerlo. En alguna parte.
La película es toda ella
¿Por
qué se le adjudica, al final, toda la película? Es como decir que La Vie d’Adèle (Abdellatif Kechiche, 2013)
es una película pornográfica, por los aproximadamente diez minutos de sexo
explícito repartidos en toda la obra de Kechiche, la cual tiene en su total
duración 180 minutos. Es decir, por qué reducir una obra cinematográfica a su
final, a una escena, por qué reducir y
decir que una obra cinematográfica es demasiado larga o demasiado corta. La
película lo es toda ella. El director utiliza el tiempo, cuanto sea necesario,
para expresarse. Punto.
Los directores se las han ido
ingeniando a lo largo del siglo pasado y el hoy presente siglo XXI para que,
inclusive, sus películas sean imposibles de contar –mediante el resumen–, de
manera que la trasferencia de información acerca de la obra se reserve al
debate, a la crítica y reflexión de forma escrita, pues la
oral—espontanea—resulta casi imposible. El contenido y la línea de tiempo puede
ser tan complejo que la obra cinematográfica pareciera no tener ni pies ni
cabeza –inicio, nudo y desenlace–, pero que sin duda, si se escarba, se
alcanzaran a observar las hormigas rojas de las que David Lynch habla.
Regularmente cuando te cuentan una
película, se hace de manera resumida, se tocan, como puntos, las escenas que al
espectador le parecieron más relevantes y el resumen se dá de manera muy
superficial, pues no se profundiza en la trama y el contenido en sí; no se
debate, no hay intercambio de opinión. Sin embargo, en los resúmenes, casi
siempre se omiten opiniones personales y se descarta la profundización en la
historia, el hipertexto, los planos y secuencias visuales, por lo que el
contenido no se arruina. Puede, el resumen, “arruinarte” el final, pero no
te arruinará el proceso. Si se trata de
una buena película, seguirá transmitiéndote las secuencias, el dialogo, los planos,
la música, las actuaciones; profundizar en el hipertexto audiovisual. Es decir, cada espectador concibe de una
manera muy personal el cine.
Sin embargo, el resumen típico entre
amigos o escuchar un spoiler lanzado al aire,
no debe afectar para nada el sentido de la película, no debería restar
puntos, ni disminuir la emoción… de ser así, no seguiríamos viendo las mismas
películas recicladas, las que siempre terminan con la victoria del héroe, etc.
En el caso de películas que invitan
a la reflexión, es prudente mencionar que vale más haberse tomado el tiempo
necesario para meditar y reflexionar sobre el filme, para construir un criterio
propio antes de leer una crítica. En este particular caso es recomendable no
buscar análisis ni críticas antes de. Ni después de.
Muy buen articulo, le faltaron mas spoilers pero muy buen articulo ;). No mentiras jaja, quedo bien, si entendí el mensaje xD
ResponderBorrarAunque soy de los que prefieren experimentar una película sin saber demasiado sobre ella de antemano (siendo que aprecio la capa de sorpresa que esto le agrega al resto de la experiencia), me parece muy válida la crítica de que muchos caen en el error de simplificar de más una obra, haciendo énfasis en las escenas o fragmentos finales, y olvidando que cada parte de la película está ahí en servicio de la obra entera, la cual es la que al fin y al cabo debe ser juzgada.
ResponderBorrarEso si la gente debería dar su opinión sobre la pelí y no contar la historia en si. Pero decir que piensas sobre una pelí pone atrabajar el cerebro, puede que por eso la gente prefiera contar la pelí a si no se molesta en pensar.
ResponderBorrarYo soy de quienes si lee las reseñas de las peliculas antes de verlas, dependiendo de lo que me enganche de ese fragmento decido si la veo o no. Y hablando de spoilers si me ha pasado que leo reseñas en las cuales me cuentan el final y digo "duh" ya para que la veo. Asi que pienso que no es bueno contar los finales!.
ResponderBorrarMe agradó tu escrito, si bien es cierto que muchas veces los trailers de las películas adelantan acontecimientos, creo yo solo son parte de la película, no son la película, y aún queda mucho por descubrir de ella cuando la vez.
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