El Rinconcito de Pedro Infante



Esta semana el cine mexicano recuerda a uno de sus grandes: Pedro Infante. Aunque su cuerpo fue sepultado en la Ciudad de México, Mazatlán es el puerto que vio nacer al actor.
            Es bueno recordar que la casa donde Pedro Infante nació y vivió sus primeros cuatro años aún tiene la esencia de aquella persona que se convirtió en una figura importante del cine mexicano y, actualmente, esta casa es un museo dedicado al legado de esta figura.

            Es una casa antigua de un solo piso, pintada de color naranja muy alegre.  Está ubicada en la calle Constitución con número 1108 en el centro de Mazatlán. Afuera de la casa, se puede encontrar una placa de aluminio que nombra el lugar como El Rinconcito de Pedro Infante.
            No es una casa grande pero está llena de recuerdos para aquellos que son admiradores o quieren conocer sobre uno de los más importantes actores de cine mexicano. Al entrar no hay pierde, la señora Sandra Ortega, una mujer delgada, de baja estatura y voz simpática, atiende a los visitantes para contarles sobre la vida de Pedrito con una emoción que contagia.
            En un cuarto amplio, con cuadros colgados en la pared llena de fotos del actor desde su niñez, es donde se puede encontrar desde su acta de nacimiento, fotos de sus hijos, de su esposa, de sus compañeros de trabajo y hasta una línea del tiempo con todas sus películas filmadas por año.

Para continuar el recorrido, está la segunda habitación donde se encuentran más fotos, incluyendo dos pósteres de A.T.M. A toda máquina, el traje que usó en Tizoc, donado por una de sus hijas, y hasta un gallo disecado, propiedad del actor.


            La casa-museo llamado El Rinconcito de Pedro Infante está llena de objetos auténticos, memorias y largas historias que doña Sandra tiene para contar sobre el actor de Nosotros los pobres, Ustedes los ricos y Pepe el Toro, a la vez que también comparte que la han visitado personas que, al ver las fotos, hasta se ponen a llorar porque Pedro Infante fue un ídolo para ellos.


            Es posible visitarla cualquier día entre diez de la mañana y seis de la tarde, y la señora Sandra siempre estará dispuesta a platicar sobre la vida de Pedro Infante.

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