Tal parece que conforme el tiempo avanza, surgen nuevas culturas.
Algunos tenemos la idea errónea de que cultura son sólo aquellos movimientos o tendencias las cuales están conformadas por
un gran número de personas, lo que no siempre es así. Cultura se
entiende, entre muchos otros términos, como la forma de vida que adoptan ciertos
individuos dentro de su estrato social.
En esta ocasión, por tratarse de
una edición especial de música en la revista, hablaremos un poco acerca de
la cultura de las bandas y aunado a ellas, los narco-corridos, género que se ha
vuelto bastante famoso en las últimos años.
Todos los que viven en el norte sabrán inmediatamente a
que nos estamos refiriendo, siendo este género musical el pan
de cada día para quienes nos desenvolvemos en estados como Sinaloa, Chihuahua,
Sonora, Coahuila, Nuevo León, Durango y Baja California, sólo por mencionar
algunos.
La evolución de la música de banda en el
transcurso de los años ha sido muy radical, de ser pequeños grupos que
tocaban en algunos eventos sociales para amenizar y hacer el momento más agradable para
los invitados donde la mayoría de ellas tocaba sólo con instrumentos
de viento, hasta las grandes agrupaciones que conocemos en nuestros días con fama a nivel
mundial. Se tienen registros de grupos de bandas del año 1840, pudiendo
haber agrupaciones desde mucho tiempo antes.
El hecho de que
cuando alguien se refiere a la música de banda en México, lo primero
que se nos viene a la mente es Sinaloa, esto no quiere decir que sea sólo una cuestión de nuestro
estado, aunque si bien es cierto a Sinaloa se le conoce como la tierra de la
banda.

Muchas personas están en desacuerdo con
este tipo de música, la tachan de contribuir a la pobreza musical y de conllevar
cierta apología criminal; en pocas palabras se le acusa de promover el narcotráfico, la violencia,
el uso de armas de fuego, entre otras cosas.
Los narco-corridos han evolucionado
la forma de sus letras. En un inicio se hacían corridos sólo para recordar a
figuras importantes, poniendo en sus letras parte de la vida de dicho
personaje; en la actualidad se siguen usando para recordar a ciertas personas,
pero la mayoría de ellos narcotraficantes o personas que se oponen a la ley llevando
una forma de vida delictiva.
Claros ejemplos a esto son los
corridos dedicados a figuras como “El Chapo” Guzmán, Joaquín Loera, Servando Gómez Martínez “La Tuta”, El “Mayo” Zambada, Edgar Valdez Villareal “La Barbie”, entre muchos más.
Se especula demasiado sobre lo que
los narco-corridos y sus letras pueden ocasionar, tanto así que son denominados como canciones de sangre y violencia, esto
debido a la gran cantidad de conflictos armados que suscitan a sus alrededores.

Uno de los casos más sonados en 2006,
y que causó un gran luto en el país, fue el asesinato
de Valentín Elizalde, cantante de música de banda que
al salir de una presentación en Tamaulipas, fue interceptado por un grupo
armado. Se dice que esto fue provocado por un tema del intérprete llamado A
mis enemigos, que con su letra ocasionó que tuviera este trágico final.
A pesar de los intentos de
multitudes por desaparecer esta muestra de cultura que son los narco-corridos,
no han tenido éxito. Mientras exista un sector de la población que guste por
estas formas de expresión, a pesar de ser calificados como generadores de
violencia, no se podrá hacer mucho al
respecto.
Muchos niños crecen en sus
familias escuchando música de este tipo, al grado que antes de comenzar
a formar oraciones por sí mismos, ya se saben
la letra de estas canciones. Los padres las cantan y escuchan tanto que los niños terminan por
aprendérselas sin saber su verdadero significado, lo que para mí sí representa una cuestión de alerta.
Para finalizar este escrito, dejando
en claro mis observaciones respecto al tema, pienso que es una cuestión sumamente
personal. No se debe señalar a nadie por tener gustos musicales
diferentes a los nuestros, tampoco creo que sea una cuestión de “cultura” o “educación” como muchas
personas lo quieren etiquetar.
Es decir, que para mí el que una persona escuche esta música no es un
indicio directo de que la persona no tuvo educación o es delincuente,
como se quiere hacer notar, simplemente es un gusto más.
Por otro lado, si creo que sus
letras pueden incitar a los más chicos a despertar su curiosidad por portar algún arma, o tratar de
imitar en su vida cotidiana a uno de estos personajes, para hacerla más atractiva e
interesante, pero obviamente sin medir las consecuencias.
Es por esto que les haría un llamado de
atención a las personas adultas, para que sean precavidos con el lugar donde
escuchan su música para no afectar a los menores, incitándolos a cualquier
manera de delincuencia.
Por último, me gustaría mostrarles un
fragmento de una de estas letras, y que ustedes mismos sean quienes juzguen, ¿incitan este tipo
de canciones a la violencia?:
“El Niño Sicario”, del grupo Calibre
50 (fragmento):
Ve
ya te manchaste las manos de sangre
ya no queda de otra
solo queda entrarle
Te enseñaste a matar temprano
y has tomado el mal camino
no cumples ni lo quince años
y aun tienes la cara de niño
No llores ni te sientas mal
así todos empezamos
bienvenido al mundo real
ahora ya eres un sicario
Tus lágrimas seca muchacho
pronto vas a acostumbrarte
tus manos están temblando
como cualquier principiante
Las calles han sido tu escuela
y el vandalismo tu vida
pasaste hambres y tristezas
la mafia ahora es tu familia
Escucha bien lo que te digo
pondré esta pistola en tus manos
tú me cuidas, yo te cuido
me traicionas y te mato.
ya te manchaste las manos de sangre
ya no queda de otra
solo queda entrarle
Te enseñaste a matar temprano
y has tomado el mal camino
no cumples ni lo quince años
y aun tienes la cara de niño
No llores ni te sientas mal
así todos empezamos
bienvenido al mundo real
ahora ya eres un sicario
Tus lágrimas seca muchacho
pronto vas a acostumbrarte
tus manos están temblando
como cualquier principiante
Las calles han sido tu escuela
y el vandalismo tu vida
pasaste hambres y tristezas
la mafia ahora es tu familia
Escucha bien lo que te digo
pondré esta pistola en tus manos
tú me cuidas, yo te cuido
me traicionas y te mato.
Pues tengo que decir que este no es mi tipo de música, pero de que refleja nuestra cultura la refleja. Si para bien o para mal, eso ya depende de la perspectiva de cada persona. En lo personal no me molesta la temática, pero tampoco me gustaría exponer a personas jóvenes e impresionables a ese material. Si ya eres un adulto que comprende las implicaciones de las temáticas de violencia y te gustan los narco-corridos, pues ya es tu decisión disfrutarlos.
ResponderBorrarEs un tema complejo... en lo personal no escucho banda, ni mucho menos narcocorridos... y por lo que veo al final tu tampoco estás de acuerdo con que puede ocasionar a temprana edad : "Por otro lado, si creo que sus letras pueden incitar a los más chicos a despertar su curiosidad por portar algún arma..." Saludos!
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